La crisis ha empeorado las condiciones de trabajo de muchos asalariados; el recorte de plantillas ha cargado más tarea sobre los hombros de los que tuvieron la suerte de no perder el empleo. Además, la inseguridad en el empleo ha tenido un impacto en la disminución de las bajas por enfermedad y, sin embargo, se ha incrementado el absentismo no justificado.
De la jornada laboral anual pactada entre trabajadores y empresarios, un 14% no se trabaja por diversas causas y esta es una proporción que se ha mantenido más o menos invariable en los últimos ejercicios. Así, de las 1.795 horas pactadas el año pasado, hubo 251 no trabajadas, en unos casos de forma justificada (vacaciones, fiestas, formación, incapacidad temporal, expedientes de regulación temporal, etc...) y en otras de forma no justificada.
El absentismo laboral injustificado representó el año pasado el 1% de las horas no trabajadas y se duplicó respecto al que existía en 2007 cuando suponía sólo el 0,5% del total de horas no trabajadas, según un informe sobre el Mercado Laboral realizado por Foment, patronal adscrita a CEOE, con datos a nivel nacional.
De media, en 2014 se registraron 2,7 horas no trabajadas sin justificación por cada trabajador frente a las 1,4 horas de 2007. Resulta llamativo que, mientras la tasa de absentismo laboral total (incluye el justificado y el no justificado) se ha reducido año tras año durante la crisis hasta repuntar en 2014, el absentismo no justificado ha crecido de forma ininterrumpida entre 2007 y 2014. Esta discrepancia se explica porque lo que bajó durante la crisis fueron las bajas por enfermedad, que experimentaron una fuerte reducción entre 2008 y 2013 con un descenso acumulado del 33,2%, que corrigió en su totalidad la subida experimentada entre 2000 y 2007 del 31,7%. El año pasado repuntaron las bajas por incapacidad temporal un 10% respecto a 2012, pero mantienen una reducción del 27% sobre las que había antes de la crisis.
La industria, en cabeza
Por sectores, la industria presenta más horas no trabajadas, tanto por vacaciones y festivos como por el resto de motivos. El sector servicios es el tiene menos horas no trabajadas por vacaciones y festivos, ya que integra actividades muy vinculadas a las vacaciones y el ocio como la hostelería y el turismo. En cuanto a las horas no trabajadas por motivos distintos a las vacaciones o festivos, destaca el aumento debido a los EREs temporales en la industria entre los años 2009 y 2012, circunstancia que se moderó considerablemente en 2013 y 2014.
La tasa de absentismo es el porcentaje de horas no trabajadas (no incluye vacaciones, festivos ni las horas perdidas derivadas de un expediente de regulación temporal) respecto a la jornada pactada efectiva. Este indicador, estimado a partir de los datos de la Encuesta Trimestral de Costes Laborales, aumentó en el periodo 2000 a 2007 para posteriormente estabilizarse y reducirse ligeramente entre 2008 y 2011. En 2012 y 2013 registró una significativa bajada y volver a repuntar en 2014, cuando comenzó la recuperación.
2014, fin de la tendencia
El año pasado marcó el final de una tendencia de reducción del absentismo que duró seis años. En 2007 la tasa de absentismo era del 3,7%, subió muy fuerte en 2008 y 2009, cuando alcanzó el 4,8% y a partir de ahí empezó a bajar hasta el año pasado en que volvió a repuntar al 4,4%. Por sectores, subió en todos ellos: en Servicios la tasa se situó en el 4,5%; en la Industria, en el 4,3%; y en Construcción, en el 3,1%.
Además, en el periodo 2007-2014 se observa una reducción gradual del número de horas pactadas por trabajador y año. En 2007, el número de horas pactadas era de 1.882 y desde entonces ha ido disminuyendo progresivamente hasta situarse en 1.795 en 2014, casi un 5% menos. Las horas efectivas trabajadas han disminuido un poco menos, un 4,4% al pasar de 1.621 antes de la crisis a 1.550 el año pasado.
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