25 oct 2015

«Los 13 casos de ceguera por el fármaco son una desgracia, el daño es irreparable». Fuente :El Correo

JON ETXEBERRIA - DIRECTOR GENERAL DE OSAKIDETZA, «Todo es mejorable, pero las listas de espera para una operación están mucho mejor que las de otros servicios de salud de nuestro entorno»


«Desgracia» es el término que emplea Jon Etxeberria para referirse a los trece casos de ceguera registrados en Euskadi -ocho en el Hospital Universitario Donostia, uno en el de Cruces y cuatro en un centro privado- por la supuesta toxicidad de un producto utilizado en la cirugía de retina. Consciente de las reclamaciones de afectados que va a tener que afrontar Osakidetza, su director general reitera que los servicios jurídicos del Servicio Vasco de Salud «están a disposición de los representantes legales de los pacientes».
- ¿Son definitivamente 13 los pacientes que tras operarse de la retina han perdido la visión, por la aplicación de un producto supuestamente tóxico?
- Tenemos registrados un total de 13. Es una desgracia, porque no olvidamos que hablamos de personas que han sufrido un daño irreparable.
- ¿Es un número cerrado?
- Parece improbable que se den más casos. Y, dentro de la gravedad de lo sucedido, es la parte más positiva. Debo recordar que si es así es por la diligencia y la celeridad con que actuaron los y las profesionales del Servicio de Oftalmología y el resto de los equipos humanos del Hospital Universitario Donostia. Son ellos quienes detectan en junio la atípica evolución de algunos pacientes y que todos ellos tienen en común el uso de perfluoroctano en su intervención. Pese a que ese producto de uso habitual no había dado problemas, deciden inmediatamente suspender su aplicación y dar parte, poniendo en marcha el mecanismo que permite que el Ministerio de Sanidad, a través de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, retirar el producto del mercado. Pensemos también en lo que se ha evitado, en Euskadi y fuera de Euskadi.
- Algunos pacientes han expresado su malestar porque Osakidetza no se ha interesado por lo que les ha ocurrido.
- Yo creo que el trance por el que están pasando merece nuestro respeto a cómo puedan sentirse, porque es humano y entendible. En cualquier caso, me consta que, además de la investigación, los médicos del hospital están en relación con ellos y dándoles la mejor atención posible. Le puedo asegurar que el seguimiento clínico es estrecho y no se ha relajado.
- Osakidetza ya tiene sobre la mesa alguna reclamación por el daño ocasionado y varias más se están tramitando. ¿Va a indemnizarles y luego reclamará al laboratorio?
- Nuestros servicios jurídicos ya han abierto procedimientos de responsabilidad patrimonial para cada caso y están en contacto y, por supuesto, a disposición de los representantes legales de los pacientes.
- Que un particular pleitee contra una farmacéutica no es fácil. ¿No sería más lógico que Osakidetza, que es quien ha aplicado el producto, indemnice a los afectados y que reclame el dinero al laboratorio?
- Insisto en que nuestros servicios jurídicos ya trabajan en ello.
- ¿Cómo afecta a Osakidetza la menor recaudación de este año? El Gobierno vasco va a disponer de unos 145 millones menos para gastar, lo que viene a ser un 1,5% del presupuesto inicialmente previsto. ¿Obligará al Servicio de Salud a reducir su gasto en ese porcentaje?
- Ya ha dicho el consejero de Hacienda que esta menor recaudación no va a afectar a los servicios sociales. De hecho, a Osakidetza no ha llegado ninguna circular para que se reste cantidad alguna de los 2.550 millones del presupuesto inicial.
- ¿No tiene que apretarse el cinturón entonces en el último tramo del año?
- Nos hemos apretado el cinturón todo lo que llevamos de legislatura porque hay un presupuesto que cumplir y, recuerdo, que un presupuesto es una ley. En Osakidetza trabajamos con una doble rigurosidad: ajustarnos al dinero que tenemos y cumplir al máximo en todo lo que se refiere a facilitar la accesibilidad al servicio; es decir, tratar de mejorar los tiempos de espera.
Un 1% más de dinero en 2016
- Por lo que dice, se deduce que la plantilla tendrá que esperar para recuperar los días libres por antigüedad, conocidos como ‘canosos’.
- Ya veremos... Los días de libre disposición, los ‘moscosos’ que se dice, ya se han recuperado. Respecto a los ‘canosos’, la decisión que se adopte será la que tome el Gobierno vasco para el conjunto de los funcionarios.
- ¿A cuánto ascenderá el presupuesto de 2016? ¿Crecerá? ¿Se congelará?
- Habrá un crecimiento del 1%.
- Será un presupuesto para el último año de la legislatura. ¿Cuáles son los retos principales?
- Los dos principios básicos son ajustarnos al dinero que tenemos y responder en tiempo y forma a la demanda asistencial. Dicho esto, vamos a culminar el plan de puesta en marcha de las organizaciones sanitarias integradas, conocidas como OSIS, que consisten en superar la brecha entre profesionales de los hospitales y de los centros de salud, para trabajar de forma coordinada. Vamos a crear la OSI del Hospital Universitario de Álava (HUA) y en la Rioja Alavesa queremos poner en marcha otra con el hospital de Leza como referente. Es un centro de media y larga estancia, pero vamos a ofertar una serie de servicios para la comarca, aunque los más especializados sigan en el HUA.
- ¿Para cuándo la puesta en marcha del Hospital de Urduliz que atenderá a la población de la Margen Derecha?
- Aún no tenemos recepcionada la obra, con lo que está pendiente el equipamiento. Un hospital de casi 200 camas como este no se abre de un día para otro. Iniciaremos la puesta en marcha en el último semestre pero nos llevará todo un año hasta que esté a pleno funcionamiento.
- Tras una primavera ‘caliente’, parece que este curso arranca más tranquilo. ¿Se han cansado los dirigentes sindicales de organizar protestas?
- Lo que creo es que la situación actual es más próxima a la realidad de Osakidetza que la anterior. No percibo que haya tensión. Los profesionales se dedican a trabajar. Han decidido que no es el momento de protestas. Todo el mundo, como es normal, quiere aumentos de salarios y menos horas de trabajo, pero los trabajadores del Servicio Vasco de Salud han sabido adaptarse a la situación que tiene el país.
- El último conflicto es la dimisión en bloque de todas las enfermeras supervisoras del Bajo Deba por el cese de la directora de enfermería. ¿Cómo lo va a resolver?
- Lo primero que hay que decir es que la dirección de enfermería es un puesto de libre designación. La persona cesada llevaba 15 años en ese puesto. En mayo, se nombró un nuevo gerente en esta organización. Propuso un cambio en la dirección de enfermería y se le aceptó porque se entiende que los equipos directivos tienen que trabajar con gran nivel de confianza. La reacción de las supervisoras no ha sido normal y, desde luego, no responde a una interpretación diferente a la nuestra de lo que es la enfermería. De momento, hemos hecho un nombramiento provisional para cubrir el puesto.
- Osakidetza reitera que mantiene la espera media para una operación por debajo de 50 días, pero ese dato es una media. Hay quien espera hasta un año para intervenciones traumatológicas y oftalmológicas. ¿No hay forma de rebajar estos tiempos?
- Claro que son medias, pero debe quedar claro que se priorizan los casos graves, urgentes. Todo es mejorable, pero mantenernos en estos niveles de espera cuando la actividad, sobre todo la cirugía ortopédica, no deja de crecer no está mal. Estamos mejor que otros servicios de salud de nuestro entorno y seguimos procurando mejorar. En los últimos años se ha hecho un esfuerzo importante en inversiones de quirófanos en los hospitales Galdakao, Donostia, Mendaro, Basurto. Se ha puesto en marcha Gernika, ahora toca Urduliz. Cada vez se opera más por la tarde, pero dentro de la jornada ordinaria de los cirujanos, es decir, sin recurrir a horas extras.
- ¿El gran reto de la sanidad pública es afrontar el alto coste de medicamentos, como los que curan la Hepatitis C, o las terapias personalizadas contra el cáncer?
- Claro. Los nuevos medicamentos van a permitir ofrecer cada vez una respuesta más personalizada a los enfermos. La cuestión es ¿cuánto hay que pagar por estos fármacos? Para responder a esta pregunta, es preciso conocer la efectividad. Trabajamos con la industria farmacéutica en estudios de efectividad, de forma que se pague por lo que realmente funciona.

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