6 oct 2016

Partirse de risa, la mejor medicina. Fuente: El Correo

El valor terapéutico de la risa está demostrado en cantidad de trabajos científicos. Lo mejor de esta medicina es que está al alcance de cualquiera, no es una condición innata, sino que se puede cultivar

«Una persona sin sentido del humor –escribió el literato inglés Henry Ward– es como un coche sin amortiguadores; salta de dolor con cada piedra del camino». La apertura del festival 'La risa de Bilbao', al que acuden este año primeras figuras de la literatura, el cine y el humor gráfico –entre ellos el exmiembro de los ingleses Monthy Phyton John Cleese– permite recordar el alto valor terapéutico de la risa. Con la salvedad del agua, el humor es quizás el producto terapéutico más sano al alcance de todos los bolsillos. Para disfrutar de su alto valor medicinal, que es mucho –y está demostrado científicamente– no hay que tener una renta mínima, ni pertenecer a una determinada clase social. Para reirse a placer –y beneficiarse así de sus ventajas basta sólo con que se cumpla una condición: tener ganas de hacerlo.
«Reirse de todo puede ser de necios, pero no reirse de nada puede ser de presuntos mentecatos», afirma el reconocido especialista Jaime Sanz, oncólogo cántabro especializado en Cuidados Paliativos, que ha escrito varios informes sobre el poder curativo del humor. La risa, según la ciencia –no es palabrería– acelera los procesos de curación y, al revés, quien no recurre a ella, se expone a enfermar, por la caída de su sistema de defensas. Proporciona sentimientos positivos de alegría y gozo e incluso herramientas para afrontar los problemas.
Hay que aprender de los niños
La risa es una condición innata del ser humano y que, hasta hace poco, se creía incluso exclusiva. Una investigación del prestigioso Centro de Neurociencias de la Mente y el Comportamiento de la Universidad de Northwest, en Estados Unidos, concluyó que ratas, perros y chimpancés también se ríen y manifiestan su bienestar personal con alegría. Por desgracia, a lo largo de la vida, se va perdiendo. Los niños de 7 a 10 años se ríen como unas 300 veces al día; los adultos se quedan en el entorno de 80 y, por desgracia, cuanto mayor se es, menos se ríe uno y hay quienes sonríen tan poco que parecen haberlo olvidado.
El humor es un auténtico bálsamo contra el estrés de la vida diaria. No sólo estimula los aparatos circulatorio y respiratorio, sino que, además, reactiva el sistema nervioso simpático, que es el que actúa en situaciones de ansiedad. Después de reirse con ganas, la presión arterial desciende, la digestión mejora y la tensión muscular disminuye.
Un placer como para morirse
Ahora bien, lo más sano de todo –lo más de lo más– es que a uno le salten las lágrimas de tanto reirse, que sienta que va a reventar de una carcajada sin fin. El que lo hace así, a mandíbula batiente, elimina cantidad de toxinas, esteroides y hormonas que se liberan a través del llanto. Incluso se sabe que la risa, aunque resulte paradójico, ayuda a morirse mejor, contribuye a aceptar la muerte y a engendrar esperanza. No se puede pedir más.
Si llegados a este punto, por fin se ha convencido y pretende ponerlo en práctica, tenga en cuenta que el humor no es una gracia caída del cielo. Como todo, hay que practicarlo y cuánto más se usa, mejor se maneja uno con èl.
– Condición previa: establezca desde el principio una relación sana, alegre y empática con las personas con las que va a relacionarse con sentido del humor.
– Si quiere fomentarlo, frecuente espectáculos humorísticos, vea películas cómicas y trate de retener algunos chistes.
– Busque el lado gracioso no de los momentos trágicos, pero sí de los problemas imprevistos, las situaciones embarazosas.
– Piense en positivo. Refuerce, por pequeño que sea, los aspectos positivos de las personas que conviven o trabajan con usted.
– Aproveche el humor de las personas que conoce para adaptarlo al suyo.
– Alégrese. La alegría es un estado normal del ser humano. Práctiquela.
– Piense en valores. Sea consciente de las actitudes que favorecen las relaciones humanas, principalmente el respeto y la comprensión.
– Y por último, una cuestión fundamental. El primer paso para desarrollar el sentido del humor consiste en aprender a reirnos de nosotros mismos, de nuestras debilidades, errrores, miedos e ignorancias. La vida es para vivirla, mejor riéndose con ella.

1 comentario :

  1. laughter is strong medicine. Laughter strengthens your immune system, boosts mood, diminishes pain, and protects you from the damaging effects of stress. Tacroz 0.1% Ointment is a topical agent used for the treatment of moderate to severe atopic dermatitis, which is an inflammation of the skin characterized by itching, rash, and redness of the skin.

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