25 ago 2016

Euskadi quiere pagar los nuevos medicamentos en función de su eficacia. Fuente: El Correo

El precio de los fármacos de última generación lleva a los servicios de salud a plantear a los laboratorios que asuman el riesgo de no cobrar si no logran curar

Fue en un congreso celebrado en Chicago cuando el presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Miguel Martín, advirtió del alto coste de los nuevos tratamientos contra el cáncer. «No vamos a poder pagarlos», afirmó. «Que aparezcan fármacos nuevos y eficaces es una gran noticia para los pacientes y es un mérito indiscutible de la industria farmacéutica, pero podemos llegar a una situación en la que no podamos utilizarlos por su elevadísimo precio», aseguró. El oncólogo creía que había llegado el momento de abrir una reflexión entre la Administración, la industria, los médicos y los pacientes para ver qué está dispuesto a pagar el sistema público de salud. Esa preocupación es compartida hoy por los responsables de la Sanidad vasca. Hace unas semanas, en una conferencia pronunciada en Madrid, el consejero vasco de Salud, Jon Darpón, expresó su convencimiento de que ha llegado la hora de pagar los nuevos medicamentos en función del resultado. «Es indispensable una evaluación independiente, profunda y objetiva, previa a la introducción de nuevos fármacos. Una evaluación –añadió– que asegure que los beneficios sean reales».
Darpón se mostró partidario de «ahondar» en la colaboración y en «la corresponsabilización con la industria». ¿Qué quiere realmente decir el consejero al hablar de ‘corresponsabilización? La respuesta es solo una: que ha llegado el momento de pagar «por resultados en salud, en vez de por pastillas o por productos. Si compro un tratamiento –recalcó– no estoy comprando un blíster de pastillas, lo que estoy comprando es salud. Por ello, nosotros queremos pagar por resultados».
El planteamiento del consejero se está usando ya en varias patologías, aunque el ejemplo más representativo es el de algunos fármacos contra la hepatitis C crónica, ya que solo se abonan los que han sido exitosos. Según un portavoz del Departamento vasco de Salud, este mismo criterio se quiere aplicar a nuevos medicamentos contra el cáncer, en especialidades como oncohematologia, próstata, melanoma o pulmón. Tratar este último, por ejemplo, con fármacos de nueva generación no baja de 3.000 euros al mes. La fórmula del «riesgo compartido» también es aplicable a los denominados medicamentos biológicos, que son los obtenidos a partir de microorganismos, en vez de por procesos químicos.
Además de con la hepatitis C, el director de Farmacia del Gobierno vasco, Iñaki Betolaza , informa de que Osakidetza ha ensayado ya acuerdos de estas características con el laboratorio Celgene para un medicamento para el mieloma múltiple (un tipo de cáncer de médula ósea), así como con UCB Pharma, para la espondilitis anquilosante grave (enfermedad reumática autoinmune). Pero el Servicio Vasco de Salud quiere ir más allá y aplicar esta fórmula de financiación a tratamientos innovadores contra enfermedades inflamatorias intestinales y psoriasis, entre otras.
«Beneficioso para todos»
¿Cuál es la posición de los laboratorios en este debate? «La industria farmacéutica asentada en España lleva años trabajando en nuevas fórmulas de financiación que garanticen la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y, lo que es más importante, que aseguren el acceso de los pacientes a las principales innovaciones, además, de una forma equitativa en todo el territorio nacional», señalan fuentes de Farmaindustria.
La asociación que agrupa a la mayoría de los laboratorios innovadores del país señala que las compañías, de manera individual, ya han ido desarrollando diversos modelos y acuerdos de financiación «más modernos y sostenibles» que los tradicionales. Entre estas fórmulas figura «el pago por resultados, el riesgo compartido o la fijación de techos de gasto. «Se trata –añaden los mismos medios– de modelos muy beneficiosos para todos, ya que permiten al sistema encontrar los mejores resultados en salud y garantizar su viabilidad económica».
Además de los pactos particulares entre una administración y una empresa, de manera sectorial Farmaindustria tiene firmado con los Ministerios de Hacienda y de Sanidad un protocolo de colaboración para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y el acceso a la innovación. Este acuerdo pretende mantener un seguimiento sobre el gasto farmacéutico público, vinculando su crecimiento al del Producto Interior Bruto.
En síntesis, el pacto pretende mantener un seguimiento sobre el gasto farmacéutico público, vinculando su crecimiento al del PIB. Así, a partir de un determinado umbral de gasto, si las necesidades terapéuticas de la sociedad son superiores al desarrollo de la economía, se plantean fórmulas que lo hagan compatible.
Por otro lado, el acuerdo ofrece una mayor estabilidad y predictibilidad para el sector farmacéutico, introduciendo certidumbre en su regulación económica y evitando medidas de contención del gasto coyunturales e improvisadas, siendo un reconocimiento al valor de la innovación. «El acuerdo –destacan en Farmaindustria– es una muestra del compromiso con las cuentas públicas, ya que cabe destacar que alrededor de un tercio del ajuste presupuestario que ha sufrido la sanidad pública española en los últimos años ha recaído sobre el medicamento».

1 comentario :

  1. Movicol Sachet It is a laxative for the treatment of constipation in adults, adolescents and elderly. It is not recommended for children below 12 years of age. It helps you to have a comfortable bowel movement even if you have been constipated for a long time. It also works in very bad constipation called faecal impaction.

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