La Diputación asigna 380.000 euros al año para cubrir gastos médicos de sus empleados que no cubre la Seguridad Social
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La Diputación cuida de sus trabajadores, al menos en el plano sanitario. Lo demuestran unos datos que son públicos. Sólo el pasado año, a fecha de 23 de diciembre, la Administración foral ya había gastado 331.955,30 euros en atender la salud de su plantilla. Un ejercicio antes la factura había superado los 376.000 euros. Prótesis dentales, implantes, ortodoncias y psicoterapia son algunos de los conceptos sufragados con cargo a las arcas públicas.
Esta circunstancia no obedece a un capricho. Se encuentra regulada y se conoce como Junta de Ayudas. Y, según explican fuentes de la institución foral, no es otra cosa que «un fondo social», similar al que ofrecen algunas empresas privadas, que tiene por objeto «completar las prestaciones sanitarias» de la Seguridad Social y de la Mutualidad de Funcionarios de la Administración Civil del Estado (M.U.F.A.C.E.). ¿Qué cubre? Por poner algunos ejemplos, tratamientos dentales, logopedia, material ortoprotésico, psicomotricidad...
Los beneficiarios de estas ayudas, que en el presupuesto de este año ascienden a 380.000 euros, son tanto los trabajadores forales como sus familiares de primer grado «que figuren en la asistencia sanitaria de la persona solicitante». Para acceder a ellas, tienen que cumplir algunos requisitos, como presentar un impreso tipo, la factura original y la tarjeta individual sanitaria. El pasado año, 501 personas disfrutaron de estas aportaciones. En 2015 fueron 496. «Es un dato más o menos estable», apuntaron desde la Administración.
Un reglamento regula el funcionamiento de la Junta de Ayudas, que se reúne una vez al mes para estudiar las solicitudes realizadas por los empleados que trabajan para la Diputación vizcaína. El director de Función Pública, los jefes de servicio de gestión de personal y relaciones laborales, un portavoz de cada una de las centrales sindicales representadas en la institución foral y un médico de empresa componen, entre otros miembros, el órgano encargado de asignar estos fondos.
Ortodoncia y audífonos
Según reflejan los datos relativos a los dos últimos ejercicios, el mayor gasto se concentra en sesiones de logopedia, osteopatía, fisioterapia, fertilidad y acupuntura, entre otros, para las que se aporta una cuantía máxima de 29 euros por caso. Así, en 2015 el desembolso por estos conceptos alcanzó los 116.647,20 euros, frente a los 79.510,27 del pasado año. También los tratamientos de psicoterapia, para los que se pagan 32 euros, suman cantidades importantes: 87.136 euros en 2015 y 82.925 al año siguiente.
En 2016, la Diputación abonó 33.765,80 euros en sesiones de ortodoncia para menores de 18 años –37.114,85 en el ejercicio anterior–, y 9.152 euros para la compra de audífonos, frente a los 5.524 euros destinados al mimo fin en 2015. Endodoncias y desvitalizaciones, férulas de relajación, prótesis dentales... también tienen cabida en el fondo social que gestiona la Diputación.
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