Varias personas eran entrevistadas cada noche para saber qué tal les había ido el día y cuántos abrazos habían dado. Y descubrieron que a más abrazos, menos gripe.
- Un servidor siempre ha sido más de abrazos que de besos. Entre los primeros hay menos traicioneros y, cuando son falsos, se superan mejor. Sea como fuere, un estudio científico -los hay para todo- ha demostrado la capacidad protectora del abrazo frente a ciertos virus. Vamos que, cuanto más abrace, menos resfriados pillará. Eso al menos aseguran los investigadores de la Universidad Carnegie Mellon en Pittsburgh, Pensilvania. Viene bien saberlo en días de reencuentros. Sobre todo por las pruebas realizadas para llegar a tal conclusión. Empezando por la selección de "los cobayas". 404 adultos sanos.
- Cada noche eran entrevistados para saber qué tal les había ido el día y cuántos abrazos habían dado. Una vez conocidos los datos, expusieron a estas personas a un virus del resfriado común y los pusieron en cuarentena. Comprobaron entonces que los participantes que mayor número de abrazos habían dado eran menos propensos a caer enfermos. Todavía siguen buscando las causas concretas. Dicen que puede deberse a que al abrazar, bajamos el nivel de estrés con lo que "...el cuerpo tiene menos susceptibilidad a bajar las defensas". También la ansiedad y la depresión disminuyen a base de abrazos y ambas, no lo olvidemos, son el combustible perfecto para contraer enfermedades. La debilidad anímica es la antesala de la física. ¡Pues no descubren nada nuevo!, dirán ustedes. Cierto. Pero la singularidad del estudio radica en los porcentajes. Sorprende hasta qué punto unos brazos enlazados sobre cuerpo ajeno pueden hacer tanto bien. Y, qué quieren que les diga, me alegro."¡Qué poco me gustan estos días!", soltó alguien cercano horas antes de nochebuena. Y no estoy de acuerdo. Cierto que las sillas vacías duelen como dardos clavados en el alma, pero basta aportar un poco de sentido común para, al menos, sobrellevar estas fechas. Hablamos, claro está, en familias y casas bajo techo y con un plato en la mesa. Cualquier otro panorama convierte la Navidad en un infierno aún mayor del habitual. Pero hay mucha familia sin grandes problemas que no sabe encarar estos días sin un enfado o un feo inoportuno. Y lo mismo sucede con eso que llamamos gente desconocida. Resulta curiosa la mala leche que desprende el personal a través, por ejemplo, de Twitter. O en los comentarios de éste y otros diarios digitales. Da igual el tema. Siempre habrá alguien dispuesto a estar en contra de todo y de todos. A poder ser, con un desprecio que casi se puede palpar. Confieso que suelo reÍrme de aquellos que me tocan por teclear estas líneas y cargan cabreo. A veces son críticas atinadas, aunque molesten, pero otras comprendes que es simple rabia. Por lo que sea y contra quien sea. Tú y tu artículo sois una simple anécdota. La excusa para que se destape la caja de los truenos. Aunque casi prefiero esos comentarios a los de los “"perfectos crónicos".El perfecto crónico es ese individuo, puede ser de ambos sexos, que no soporta el error ajeno y arremete contra él porque todo tiene que ser perfecto, según claro está su concepto de perfección. La desafortunada frase de Sabina para definir su mal rato sobre un escenario, evocando a Pastora Soler, generó todo tipo de críticas contra el juglar de Úbeda. Como si nadie tuviera una mala salida alguna vez. Lo mismo sucedió con el dedo de Ghery, la noche macarra de Piqué o cualquiera de esos momentos que han aparecido en la prensa y todos hemos comentado. A veces dan ganas de preguntar a la persona que lanza tan duras críticas, exentas de cualquier edulcorante, si no se ha equivocado nunca. Porque son capaces de buscar defectos en Gandhi y ninguno en sí mismos. Y, sobre todo, critican sin piedad. Incluso con descarnada crueldad. Da igual que sea una mujer infectada de ébola o el director médico que dijo barbaridades sobre ella. Ambos, en algún momento, serán señalados por los perfectos crónicos. Quizá, simplemente, son personas a las que les falta un abrazo. Si nos vemos por la calle, déjenme que les pegue uno. Puede que sigan con la misma mala leche, pero al menos evitarán algún resfriado. Y si no nos vemos, espero que despidan de la mejor manera 2014 y les vaya bonito 2015. O al menos que les vaya, que no es poco. Y que reciban y den muchos abrazos.
Viruses must infect cells and use components of the host cell to make copies of themselves. antiviral Valcivir 1000 mg Tablet is a medicine used for the treatment of various infections such as herpes labialis, genital herpes infection, and herpes zoster infections. It prevents the increase of the virus in human cells and clears from the infection.
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